¿Renting o leasing? ¿Qué es mejor?


Diferencias entre el renting y el leasing

Las formas más habituales de conseguir un coche sin pagar el importe total o sin tener que pedir un préstamo al banco son el renting y el leasing. No hay que confundir uno con otro, hay notables diferencias que influyen directamente en la cuota mensual, la duración del contrato y las condiciones particulares.

  • Renting: es un tipo de alquiler a largo plazo, generalmente de 36 o 48 meses. Los vehículos contratados tienen incluidos los servicios de mantenimiento, reparación de averías y sustitución de neumáticos, aunque en un número limitado y siempre por desgaste, nunca por rotura.
  • Leasing: existen grandes diferencias entre el renting y el leasing. La más importante es que la finalidad del leasing es acabar adquiriendo el vehículo. Para comprar un coche tienes que pagar todo el precio o recurrir a una financiación. El leasing te permite pagar una cuota mensual durante un tiempo acordado, y finalmente abonar el valor residual para quedarte con el automóvil.

Qué hay que saber sobre el renting

El seguro está incluido en el renting, aunque los golpes se acumularán en un cómputo de siniestralidad. Si se supera un margen previamente pactado en el contrato, se cobrará un plus al vencer el año. En el caso de las flotas, es apropiado seguir un control de la siniestralidad para garantizar todas las reparaciones posibles, manteniéndose en un baremo neutro. Si se dejan todas las reparaciones para el final, la acumulación de desperfectos sumará tanto que los importes a pagar serán desorbitados, ya que el cálculo es exponencial.

Al finalizar el contrato puedes decidir entre prorrogar o directamente devolver el vehículo. No existe un plan de compra preestablecido, así que la compañía arrendadora determinará el precio que le resulte conveniente para la venta del vehículo sobre la base del valor residual y su propio beneficio.

Deberías saber… Existen importantes ventajas fiscales para las empresas y autónomos que convierten al renting en una opción mejor que la compra directa de vehículos. Además, simplifica enormemente la tarea de mantenimiento, al quedar contemplado dentro del contrato.

Qué hay que saber sobre el leasing

El leasing es una especie de alquiler con opción a compra. Es muy adecuado para aquellas empresas o autónomos que quieren un coche nuevo sin el compromiso de comprarlo ni de pedir un préstamo. Hay diferentes tipos de leasing, según lo que necesites. Puede acordarse un pago temporal y a continuación abonar el importe del valor residual. También se puede hacer el pago mensual por un tiempo determinado y a continuación, a la devolución del coche, pagar el valor acordado inicialmente y así adquirirlo.

Si se necesita ampliar el tiempo inicialmente contratado de leasing, generalmente dos años, se puede hacer. De esta manera continuarás disfrutando del automóvil sin necesidad de pagar la cantidad restante de golpe.

No olvides… A pesar de que el automóvil no figura como propiedad del conductor, este adquiere toda la responsabilidad sobre el vehículo. El pagador tendrá que encargarse del pago del mantenimiento, de las averías y de los impuestos que le corresponden desde el primer día.


La importancia del kilometraje en el renting y el leasing

En el renting y en el leasing se tiene muy en cuenta el kilometraje. Los kilómetros recorridos que tendrá el vehículo en el momento de la devolución son básicos para calcular el valor que tendrá entonces en el mercado, o lo que es lo mismo, el valor residual con base en el modelo, los años y kilómetros. Esto, por supuesto, influirá en la cuota.

La compañía arrendadora utilizará los kilometrajes de cada año para comprobar si existe un exceso o defecto en los kilómetros inicialmente contratados. En el caso de que haya una notable desviación de recorrido, se aplicará un extra o se efectuará una devolución según corresponda. A la finalización del contrato también se pueden aplicar cargos según lo estipulado en el mismo.

Cómo afecta el valor residual a la compra del vehículo arrendado

El valor residual es el valor que tiene el vehículo en el mercado en el momento en el que finaliza el contrato. En el caso del renting, como no existe intención de compra, el valor se calcula en el momento en que se comunica del deseo de adquirir el coche. Además de este importe, la compañía fijará un precio para cubrir sus propios gastos y obtener ganancia, así que por lo general sale caro.

En el caso del leasing el valor residual es menos relevante, ya que se ha calculado y fijado un precio previo en la mayoría de los casos. Siempre y cuando se hayan respetado los plazos y los kilometrajes, el precio a pagar será el establecido.


¿Hay que pagar una entrada?

Tanto en renting como en leasing, la compañía que arrenda el vehículo decide si impone alguna carga adicional como entrada. En el caso de que sí quieran que se efectúe un pago por adelantado, éste se restará de la cuota, lo que conlleva que la mensualidad sea más baja.

Generalmente, lo más solicitado es pagar mes a mes, sin dinero por adelantado. Este tipo de arrendamiento con entrada cero permite comenzar a disfrutar del vehículo desde el primer momento y sin necesidad de ningún tipo de inversión. Eso sí, la cuota mensual es más alta en estos casos.


¿Qué se necesita para contratar un renting o leasing?

Dependiendo del tipo de vehículos o flota de vehículos que la empresa, autónomo o particular quiera contratar, hay que aportar diferentes documentos. Todos ellos han de demostrar que existe solvencia económica y capacidad para efectuar los pagos.

Tras demostrar que no hay problemas para pagar mes a mes, hay que presentar la documentación perteneciente al conductor del vehículo. Esto puede parecer muy evidente en el caso de los particulares y autónomos, pero en el caso de las empresas el asunto se complica, ya que puede haber más de un conductor. Si va a conducir más de una persona, es necesario informar a la compañía de arrendamiento, para que el conductor esté siempre cubierto por el seguro en caso de accidente.

Si se van a transportar mercancías especiales o a hacer un uso extraordinario del vehículo, hay que aportar la documentación que acredite la autorización para realizar este tipo de actividades y solicitar a la compañía el permiso para adaptar el vehículo en virtud de las normativas vigentes.